Querido Christian.
Desde ayer que la gente ya no me hace caso, ni me miran ni me saludan. Es como si no existiera, como si no me pudieran ver. No lo entiendo. Los amigos, no se porque pero están como tristes. Vi a la Noemí llorar. Le pregunté el porque pero no me contestó. Mi madre, también, como si no existiera, llorando, recogiendo mis cosas.
¿Sabes alguna cosa?
¿Sabes si a pasado algo?
Son preguntas que me dan vueltas por la cabeza.
Pero lo que más me preocupa es la última imagen que recuerdo, donde la gente aún me podía "ver". Es que no se porque pero me metían dentro de una caja. Lo poco que podía ver era mi familia y amigos, gente vestida de negro, con paraguas y llorando. Entonces la tapa se cerro y ya lo vi todo negro. No oía nada, era todo muy raro.
Estuve bastante rato picando con los pies en la tapa aquella, pero estaba muy bien cerrada, y empecé a sospechar de que me había enterrado.
Y, hoy me de despertado, fuera, fuera de esa caja que me tenía encerrada. Deduce todo al ver una lápida con mi propio nombre: Naminé 1991-2010.
Ahora te escribo esta carta porque se que no me podrás ver nunca más, ni escuchar ni tocar. Pero quiero que sepas que siempre te amaré, este donde este, siempre te tendré dentro de mi corazón.
PD; Me gustaría poder verte algún día, como antes, donde siempre quedábamos, en el séptimo banco de aquella tienda de flores, donde siempre comprábamos 7 rosas blancas con una roja en medio. Y no te quiero ver llorar, no lo hagas por mi, porque no te quiero ver triste...
Te amo y con el corazón vivo o muerto, lo seguiré haciendo.
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